La planificación estratégica de una empresa debe responder a las necesidades específicas de cada negocio. Esto incluye el contexto en el que se desarrolla, pero también implica visualizar, entre otras cosas, el tipo de negocio, su sector, la etapa en la que se encuentra, sus fortalezas, debilidades,personal humano, presupuesto.
En este sentido, para cada tipo de negocio, según su entorno, existirá una planificación adecuada. Y es que solo de esta forma se puede garantizar que los resultados sean los esperados, es decir, es fundamental evaluar todas estas características para ofrecer en la planificación lo que se necesita, cuando se necesita.
La asertividad al momento de elegir cuál es el tipo de estrategia que necesita tu negocio en el contexto que se desarrolla es muy importante, y es lo que hace a la planificación un traje a la medida de cada organización.
Ahora bien, para elegir adecuadamente necesitas conocer las opciones disponibles. Te las presento y desarrollo a continuación.
Estrategias de reorientación
El objetivo de este tipo de estrategia es minimizar las debilidades del negocio, las cuales sin duda lo afectan, esto con el fin de garantizar que el mismo sobreviva.
Es bien sabido que los problemas internos son el principal foco de amenaza en una empresa. Para conocer si tu empresa o negocio atraviesa estas dificultades es importante que los puedas identificar, ya que solo así podrás enfocarte en mejorar la situación en pro del bienestar de todo y todos dentro de la organización.
Los problemas que comúnmente atraviesan los pequeños negocios, y que he podido observar durante mi trabajo en Pymes, son que:
1)Carecen de procesos establecidos,
2)No disponen de los recursos necesarios para la operación
3) Tienen fallas en la comunicación interna.
Si bien estos no son los únicos problemas, ante la presencia de alguno de estos ya contarás con señales que te lleven a aplicar una estrategia de reorientación.
Es importante que tengas presente, que problemas como los que te he mencionado, atentan contra las bases de tu negocio. Si estas se ven comprometidas, ninguna estrategia adicional podrá compensar las consecuencias que estos generan..
Para poner en marcha una estrategia de reorientación necesitas entonces identificar problemas en la fundación de tu negocio. Al aplicar la estrategia correcta y reorientar ciertos parámetros podrás mantener su funcionamiento y lograr un negocio viable.
Estrategias de subsistencia
Por otra parte, tenemos otro tipo de estrategia, conocidas como estrategias de subsistencia. A través de estas se pueden aprovechar las fortalezas del negocio para hacer frente a ciertas amenazas que puedan estar presentándose en el entorno.
¿Cuándo aplicar esta estrategia? Pues en el momento en el que el contexto esté amenazando la integridad o continuidad de tu empresa.
Un ejemplo claro de esto es cuando la competencia crece exponencialmente producto de presiones del contexto. Tal como sucedió en años anteriores con la llegada del COVID-19. Las empresas de delivery existentes se vieron presionadas por el crecimiento de la competencia, este aumento se dio de forma espontánea por las condiciones del entorno.
Aunque la competencia fuera absurda las empresas ya existentes debían luchar por mantenerse en su lugar, aprovechando su experiencia previa y las otras fortalezas que les permitían sobreponerse a la amenaza generada por nuevos competidores.
Este es un ejemplo claro en el que deben aplicarse estrategias de subsistencia.
Estrategias de defensa
En esta misma línea, en la planificación estratégica de una empresa existen tipos de estrategias orientadas a hacer un escudo protector.La idea de estas es que tu negocio mantenga su posición en su contexto y frente a sus clientes.
Estas estrategias son aplicables cuando la empresa está en una etapa avanzada o madura y busca detener y mantener distantes a sus competidores. En esta etapa se pueden comenzar a definir acciones de crecimiento paulatino, dicho crecimiento pudiera ser modesto, pero le permitirá mantenerse dentro de su segmento de mercado.
Estrategias de ataque
Estas estrategias son muy diferentes a las mencionadas anteriormente. Cuando la empresa se encuentra en una posición de ventaja, puede aprovechar sus fortalezas y las oportunidades del mercado para atacar y crecer, como su nombre lo indica, ya no busca protegerse.
Este tipo de estrategias se orientan a la captación de mercado, y son propias de las etapas de expansión y crecimiento. De esta forma el negocio aprovecha sus fortalezas para trabajar en su proyección. Pero hay otro factor imprescindible para poner en marcha este paso: el mercado.
Cuando el mercado está generando oportunidades, entonces es el momento en el que se puede atacar. La idea es aprovechar estas oportunidades mediante el seguimiento de un plan y haciendo uso de las fortalezas del negocio.
En conclusión, si deseas que el desarrollo de una Planificación Estratégica sea realmente efectiva en tu negocio, ante las circunstancias que atraviesa, es fundamental que evalues hacia qué tipo de estrategias debes dirigir el enfoque de tu plan, teniendo en cuenta la información que aquí te he brindado.
Como pudiste ver las estrategias no son excluyentes. Siempre que las condiciones estén dadas podrías estar aplicando estrategias de distintos grupos en simultáneo, esto es completamente válido.
Lo importante es que tengas claro qué puedes conseguir con cada estrategia, de esta forma cuando te adentres en el uso de alguna, sabrás identificar qué es lo que tu negocio necesita en ese momento y cuál es el beneficio que recibirás.
Si te gustaría tener ayuda para definir las estrategias a desarrollar en tu negocio, contáctanos y con gusto agendamos una sesión de consultoría.
“Para desarrollar estrategias efectivas para tu empresa es necesario que tengas claridad y enfoque, en lo conveniente y necesario para tu negocio.”
Organiza tu Pyme