Tanto en lo personal como en nuestros negocios, creo que no hay sensación más frustrante que la de sentirse que trazamos metas, que nos fijamos objetivos y transcurre el tiempo sin que los logremos.
Y más que el sentimiento de frustración o fracaso que esto nos genera, lo más grave es que esa sensación de fracaso nos hunde al llevarnos a auto juzgarnos por sentirnos incapaces de conseguir aquello que tanto deseamos, lo cual lejos de ayudarnos nos hace caer en un círculo vicioso que nos lleva a sentirnos perdedores.
Todo esto lo sé y te lo digo con propiedad porque yo he estado allí, a mí me ha pasado. Han sido muchos los momentos en los cuales he visto transcurrir los meses y ver que lejos de lograr acercarme a lo que me había propuesto, el tiempo pasaba y yo me encontraba en el mismo lugar, con un dolor mayor porque aparte de no haber logrado lo que deseaba, mi situación financiera por no conseguir las ventas esperadas o mi salud por no haber tomado el control de mi alimentación saludable, iban en decadencia.
Después de tantos tumbos, y con base en mi experiencia en lo personal y en los negocios, hoy quiero compartir contigo 3 fallas que identifiqué me impedían a cumplir mis metas. Te las comparto desde mi experiencia porque quizá tú puedes estar cometiéndolas:
1 Mis metas eran un ADORNO
A muchos nos ocurre que cuando iniciamos un nuevo año, y nos hacemos el propósito de lograr lo que el año anterior no hicimos, realizamos por fin una PLANIFICACION, y como parte de ella establecemos las METAS que nos proponemos alcanzar durante el año. Incluso si ya estamos familiarizados con las planificaciones, llegamos más allá y nos planteamos objetivos trimestrales específicos que nos permitirán avanzar hacia esa meta.
Sin embargo, muchas veces, muchísimas veces, esos objetivos los dejamos escritos en el plan y solo volvemos a ellos cuando llega el fin del trimestre, para descubrir que no los logramos…
La causa:
No integramos los objetivos que trazamos a nuestra VIDA, y por ello no fuimos conscientes de definir acciones específicas DIARIAS que nos permitirán trabajar hacia lograrlos.
Uno de mis autores favoritos Robin Sharma tiene una frase que me encanta “Ideación sin ejecución es pura desilusión”, y engavetar el plan sin duda nos llevará a la desilusión.
Qué hice para cambiarlo:
HICE DEL PLAN UN DOCUMENTO ACTIVO – VIVO, que reviso regularmente y cuando el plan es de mi negocio, en las revisiones regulares involucro la discusión con el equipo responsable de su ejecución.
Mi consejo para tí:
Te invito a que revises los objetivos que definiste. Si son de largo plazo, sepáralos en pequeños objetivos para cada trimestre, y define las actividades que tienes que desarrollar para alcanzarlos.
Adicionalmente es importante que semanalmente, como parte de las actividades de planificación de tu semana, dediques tiempo a refrescar los objetivos definidos para el trimestre, para el mes y a que decidas que acciones claras y específicas desarrollaras durante la semana para avanzar hacia ellos.
Seguramente has escuchado la célebre frase de LAO TSE “Un viaje de mil millas comienza con un solo paso”, así mismo avanzar hacia una meta será posible solo en la medida en que diariamente demos pequeñas acciones o pasos hacia su logro y estas acciones debemos hacerlas de manera consciente, así que haz que tu PLAN VIVA y acompáñalo.
2 Fijaba ACTIVIDADES necesarias para lograr mis metas, sin tener disponibles los recursos que me permitirían realizarlas.
Considerar los recursos necesarios para avanzar hacia los objetivos trazados y asegurarnos de tenerlos, es fundamental para conseguir avanzar.
Siempre nos dicen que soñemos en grande, y está bien hacerlo, pero para que un sueño se pueda materializar tenemos que estar claros en que parte del actuar hacia lograrlo consiste en “servir la mesa” y con esto me refiero a disponer de lo que necesitamos para avanzar o en su defecto identificar las actividades necesarias para conseguirlo.
Piensa en tu objetivo final como un banquete que deseas brindar, si no cuentas con los elementos que necesitas para tu banquete (el lugar, la mesa, los platos que ofrecerás, los platos y cubiertos, las bebidas, etc.), será muy difícil que este pueda llevarse a cabo.
Por ello es importante que al definir las acciones que debes llevar adelante para cumplir cierto objetivo seas preciso y que te asegure que el desarrollo de las mismas es posible, porque cuentas con todos los recursos humanos, materiales, técnicos y financieros necesarios para llevarlas adelante o puedes conseguirlos sin mayor inconveniente.
Te cuento una historia de la vida real… Hace poco más de un año apoye a una Corredora de Seguros a de nombre Susana, quien se había propuesto incrementar su cartera de cliente en el año logrando 500 nuevos clientes.
Para conseguir su objetivo, ella había establecido que necesitaba captar 10 nuevos clientes cada semana ya que dentro de su planificación su meta la había planteado con base lineal.
Su proceso de cierre de clientes consistía en contactar directamente a 30 prospectos diarios para lograr cerrar 2 de ellos.
Para el mes de febrero, Susana debía asistir a una capacitación durante veintiún días (tres semanas), por lo que no tendría tiempo para prospectar los 30 clientes diarios que ella había programado y mucho menos cerrar los 2 que necesitaba para cumplir su meta.
Ella sabía de esa capacitación meses antes y no la consideró al realizar el plan. La realidad es que esa meta que Susana se fijó no resultaba realista porque ella no dispondría el tiempo necesario (recurso) para poder cumplirla.
Acá en el ejemplo te mencione al recurso tiempo, sin embargo, muchas veces en los negocios los recursos pueden ser falta de dinero, falta de personal para avanzar un proyecto, falta de equipamiento para lograr mayor producción y consecuentemente más ventas y muchas veces no tener esto en cuenta, nos lleva a desarrollar una Planificación que no es viable de cumplir.
Mi consejo para tí:
REVISA QUE NECESITAS PARA LOGRAR LAS METAS definidas y al establecer actividades o tareas que son necesarias para alcanzarlas, evalúa que tengas todos los recursos necesarios para desarrollar cada actividad o que puedas garantizarlos, porque de lo contrario todo quedará en papel.
3 No compartía la PLANIFICACIÓN que desarrollaba con mi equipo de trabajo
Si bien la planificación se desarrolla por lo general como iniciativa de los dueños de negocios, un error común es que una vez desarrollada, le decimos a nuestro equipo lo que debe hacer, le fijamos metas, pero no compartimos con ellos la LA PLANIFICACIÓN del negocio y a veces ni siquiera el o los Objetivos que se persigue lograr.
Por experiencia propia te digo, que cuando compartes con tu equipo la meta establecida y le muestras como cada uno contribuye desde su lugar al logro de esa meta, todos se sienten involucrados, tomados en cuenta y se comprometen.
Y es que bien lo dijo el famoso entrenador de la NFL Vincent Lombardi “Los logros de una organización son el resultado de los esfuerzos combinados de cada individuo.”
Mi consejo para tí:
Involucra a los responsables de las distintas áreas operativas de tu empresa, en la planificación de tu negocio y en su ejecución. Esto además de asegurar que no se omita información persigue otras ventajas para la empresa, entre las cuales puedo citarte:
a) Aumenta la motivación y el compromiso de las personas dentro de la empresa por cuanto los empleados se sentirán tomados en cuenta, involucrados y que aportan valor y colaboran con el logro de las metas de la empresa.
b) Asigna la responsabilidad a cada persona en cuanto al manejo de los recursos, lo que promueve que el mismo sea más eficiente.
c) Ayuda a la toma de decisiones autónomas de cada encargado de área.
d) Evita que los objetivos operacionales sean manipulados por los encargados.
e) Consolida la estructura organizacional delimitando autoridad y responsabilidad y
f) Fomenta la planeación y anticipación a las situaciones que puedan presentarse.
¿Consideras que alguno de estos errores es el que te está impidiendo lograr tus metas?, o quizá al leer este artículo identificaste alguno otro.
Espero que la información que te he compartido te resulte reveladora y te permita avanzar en el logro de tus metas.
No soy producto de mis circunstancias. Soy producto de mis decisiones.
Stephen Covey
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